Francisco Trujillo Valencia llevaba trabajando en churrerias hacia mas de diez años, primero haciendo ferias y despues en Sevilla, donde se ganaba la vida como asalariado. Pero su familia y sobre todo Manolo, hijo menor, no queria mas que regresar a Tarifa, donde la vida era totalmente diferente, allí ademas del colegio, estaría el campo y los caballos, su gran pasión. Paco estuvo buscando local donde establecerse hasta que encontro el que hoy es su negocio.
El nombre se lo puso haciendo referencia a una finca que vendió su suegro y de la que recibió una parte, es un recuerdo. En la churreria trabajan su mujer Joaquina Medina, Manolo y en verano Lorena.
El horario actual es de 7 a 13 horas, no abriendo por las tardes y ya en invierno también de 17 a 20 horas.
Por su local han pasado famosos de los que llegan a Tarifa y que se desayunaron café o chocolate y churros. Anecdotico es como en este negocio familiar, con el que Manolo logro regresar a Tarifa, el que más se queja es el que todos imaginais, el mismo que cuando le hablan de caballos, se detiene como buen entendido, es el más joven de la plantilla. De cualquier modo prevalece el buen ambiente, el buen servicio y sobre todo el buen churro.
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