Estamos en el mes de enero, cuando la cuesta más empinada del año nos hace las cuentas, que pueden ser las de la vieja. Las temperaturas han sido bajas desde el mes de noviembre, los visitantes turistas y habitantes temporales de Tarifa, han ido desapareciendo del devenir cotidiano de la ciudad. El año se despidió de una vez, para dar la bienvenida a un 2009, al que entramos con incertidumbre, con timidez, con prudencia claro que por razones bien claras: la crisis a la que aplican medidas para aplacar, pero que todavia no a terminado sus consecuencias.
En invierno, es por todo ciudadano tarifeño conocido, que es temporada donde muchos establecimientos de hosteleria cierran sus puertas para invernar hasta la primavera.
En contra, son distintos negocios los que se van a abrir y pendiente estan sus propietarios de distintos permisos municipales que le permitan iniciar la obra o la actividad. A este grupo de negocios pertenece una pasteleria en la calzada, un bar en la plaza de San Hiscio, o un sport bar en la avenida andalucía. A todos ellos el Excmo. Ayuntamiento les atrasa las fechas de inicio y hace que resolver todos los problemas iniciales, impedimientos y plazos para ver funcionar el negocio como tal, sean dificiles y costosos. La oficina técnica no dinamiza la generación de nuevos establecimietos, y enlentece los tramites. Es el sector de servicios en hosteleria, quizas el primer sector economico en la ciudad y quieren acabar con la gallina de los huevos de oro. No se entiende. No quiero hacer politica aqui, pero es la unica lectura posible después de visto como funciona este Ayuntamiento.
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