Desde temprano un gran día soleado y sin apenas viento amanecio en Tarifa, toda una invitación a aprovechar el dia entre la playa y la visita curiosa a una ciudad milenaria donde todo acompañaba de forma esperadas por turistas y visitantes.
La hosteleria se engalanaba con sus mejores platos y tapas para recibir al que llega con buen apetito, también el comercio habre sus puertas para ser objeto de atención: moda y complementos, bisuteria, perfumes y regalos se ofrecen en ellos, con la mayor sonrisa cuando se termina la transación comercial.
Por la noche los bares de copas rien las gracias que sus gentes quieren, marcha, mucha marcha para aquellos que prefieren acostarse tarde.
Y en la calle mucha gente que se arremolina ante el espectaculo inesperado de un payaso equilibrista. Venia de Holanda y tenia encandilado a grandes y pequeños en la alameda tarifeña.
Un espectaculo que hacia reir a los presentes.
Que dia tan completo el del viernes santo. Esperemos que estos dias que vienen difrutemos de una climatologia semejante, seguro que todos le daran contenido al paso de esas horas vacacionales que estamos disfrutando.
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